"Había presiones de gente con poder"
Adrián López dice que su único contacto fue Alfredo Greco y busca despegarse de las vinculaciones políticas con la causa
Adrián Félix López, el detenido del caso Skanska que dijo que el Gobierno estuvo detrás de la maniobra que urdió la constructora para disimular el pago de sobornos, afirma que en realidad no sabe si la Casa Rosada conocía la operación. Pero cuenta que la persona que le acercó el negocio y que actuó como intermediaria le dijo que existían "presiones de gente con mucho poder".
En el momento más caliente del escándalo y a más de 14 meses de su detención, el acusado aceptó responder de puño y letra un cuestionario que LA NACION le había enviado por carta la semana pasada. El intercambio se produjo justo cuando se espera que la Cámara de Casación resuelva un pedido de excarcelación que presentó su abogado, el defensor oficial Ignacio Tedesco.
Pese a que en su declaración ante el juez Javier López Biscayart, en marzo del año pasado, dijo tener información de que un funcionario del ministro de Planificación, Julio De Vido, había estado detrás de la maniobra, hoy asegura no tener ningún elemento para involucrar al Gobierno. "Sólo hice una deducción [...]. No tengo ni poseo prueba de ello", dice. Idéntica rectificación había hecho sobre el final de esa misma indagatoria, que duró cuatro días.
En el momento más caliente del escándalo y a más de 14 meses de su detención, el acusado aceptó responder de puño y letra un cuestionario que LA NACION le había enviado por carta la semana pasada. El intercambio se produjo justo cuando se espera que la Cámara de Casación resuelva un pedido de excarcelación que presentó su abogado, el defensor oficial Ignacio Tedesco.
Pese a que en su declaración ante el juez Javier López Biscayart, en marzo del año pasado, dijo tener información de que un funcionario del ministro de Planificación, Julio De Vido, había estado detrás de la maniobra, hoy asegura no tener ningún elemento para involucrar al Gobierno. "Sólo hice una deducción [...]. No tengo ni poseo prueba de ello", dice. Idéntica rectificación había hecho sobre el final de esa misma indagatoria, que duró cuatro días.
Sospecha la Justicia de otras obras públicas
Rastrean el mismo “modus operandi”
A raíz del caso Skanska, avanza la posibilidad de que toda la obra pública del Gobierno quede bajo sospecha judicial, justo el año en que la inversión en ese tipo de emprendimientos alcanzará el récord de 15.000 millones de pesos.
Skanska sólo construyó una planta compresora (sobre un total de 3) cuando en 2005 se amplió el Gasoducto Norte, y ha admitido en la Justicia que por esa obra tuvo que pagar 7.709.000 pesos por “comisiones indebidas”. También reconoció que en la ampliación del Gasoducto Sur pagó 5.766.900 pesos por el mismo concepto. No dijo quiénes cobraron. El Gobierno no niega la existencia de coimas, pero las circunscribe a las empresas privadas. Alude a las dos licenciatarias de los gasoductos: Transportadora de Gas del Norte (TGN) y Transportadora de Gas del Sur (TGS).
Cuatro heridos tras el cacerolazo frente a la casa del Presidente
La Gendarmería reprimió a docentes que protestaban tras conocer la conciliación obligatoria; Aníbal Fernández afirmó que hubo manifestantes que se "auto hirieron para dar lástima"
Cuatro heridos, entre ellos dos docentes y un reportero gráfico, fue el resultado de la represión de la Gendarmería contra manifestantes que protestaron frente a la residencia del presidente Néstor Kirchner en Río Gallegos. Los maestros, que se fueron congregando frente a la Gobernación cuando se enteraron que el Ministerio de Trabajo de la Nación había dictado la conciliación obligatoria en el conflicto docente, se dirigieron luego a continuar la protesta frente a la casa del jefe del Estado. Allí, unos 1000 manifestantes, que, por primera vez, superaron la custodia de 40 gendarmes se instalaron en el césped que está ante la puerta de la casa del Presidente.
Otro desafío al Presidente en Santa Cruz
Los docentes rechazaron la conciliación obligatoria; Kirchner los llamó "patoteros"
Unas 5000 personas marcharon anoche por la capital de Santa Cruz en rechazo de la política del gobierno nacional en el conflicto docente y, en especial, de las duras críticas que les habían dedicado a los maestros en huelga desde el corazón de la Casa Rosada. Al llegar a la protesta los manifestantes se enteraron de que Kirchner había llamado “patoteros” a los docentes que, en la madrugada, habían hecho un cacerolazo frente a su casa particular. El episodio terminó con violencia y heridos. El malestar en la capital provincial había crecido desde temprano: primero cuando se conoció el saldo de la protesta frente a la casa de Kirchner (cuatro heridos por gendarmes y policías), luego al difundirse declaraciones del ministro del Interior, Aníbal Fernández, que acusó a los docentes de "auto herirse". Pero las palabras del Presidente cristalizaron esas sensaciones. "Con este ataque de Kirchner, nos acercamos peligrosamente a Neuquén y a Fuentealba [el docente asesinado por la policía en Neuquén]. Y a que el Presidente se parezca a [Jorge] Sobisch", respondió Eduardo James, el secretario adjunto del gremio docente. El gobierno provincial siguió en silencio el desarrollo de las protestas, pero efectuó un anunció relevante: el gobernador Carlos Sancho firmó el decreto de convocatoria a elecciones para el 28 de octubre, la misma fecha que los comicios presidenciales. Todavía es un misterio quiénes serán los candidatos, sobre todo los que representarán al Presidente.
Santa Cruz: 23 heridos en violentos incidentes
La policía local reprimió una movilización de municipales
En una de las jornadas más violentas que se recuerden desde que se recuperó la democracia, la policía provincial reprimió ayer con balas de goma y gases lacrimógenos a empleados municipales que reclamaban un aumento salarial, episodio en el que resultaron heridos 18 trabajadores y 5 policías. Horas después, en medio de un clima de creciente tensión, una importante movilización callejera, reunió a manifestantes de los gremios docentes, estatales, municipales, judiciales y legislativos, y recorrió la ciudad para protestar contra la represión policial, de la que responsabilizaron al gobierno provincial y al presidente Kirchner.
Tras los incidentes, el gobernador Carlos Sancho reapareció en una conferencia de prensa que brindó en la Casa de Gobierno, a la que sólo se invitó a dos canales de TV manejados por el oficialismo. Allí, el mandatario acusó al radicalismo santacruceño de “tratar de generar un estado de miedo y de caos” en la provincia. Todo comenzó a las 10, cuando una marcha de 1500 empleados municipales –anunciada el día anterior por todos los medios– se movilizó para reunirse al frente del palacio municipal con el intendente Héctor Roquel. "El objetivo era entregar un petitorio y pedirle que nos acompañara hasta la Casa de Gobierno para pedir mejoras salariales y que el gobierno provincial siga enviando fondos al municipio", afirmó, ya repuesto de los tres balazos recibidos, Pedro Biott, titular del gremio municipal. La marcha -con camiones incluidos- nunca llegó al municipio. Una cuadra antes, la policía desplegó un fuerte operativo, encabezado por el comisario Juan Carlos Jassan, quien, según el parte oficial, luego resultó herido en la mano. La cuestión es que, tras algunos insultos, empezó la lluvia de balas. "Teníamos información de que querían llegar con los camiones hasta la Casa de Gobierno o tal vez hasta la del Presidente. Actuamos porque era un caso de sumo peligro", afirmó, dos horas después, en una conferencia de prensa, el jefe de policía, Wilfredo Roque.
Tras los incidentes, el gobernador Carlos Sancho reapareció en una conferencia de prensa que brindó en la Casa de Gobierno, a la que sólo se invitó a dos canales de TV manejados por el oficialismo. Allí, el mandatario acusó al radicalismo santacruceño de “tratar de generar un estado de miedo y de caos” en la provincia. Todo comenzó a las 10, cuando una marcha de 1500 empleados municipales –anunciada el día anterior por todos los medios– se movilizó para reunirse al frente del palacio municipal con el intendente Héctor Roquel. "El objetivo era entregar un petitorio y pedirle que nos acompañara hasta la Casa de Gobierno para pedir mejoras salariales y que el gobierno provincial siga enviando fondos al municipio", afirmó, ya repuesto de los tres balazos recibidos, Pedro Biott, titular del gremio municipal. La marcha -con camiones incluidos- nunca llegó al municipio. Una cuadra antes, la policía desplegó un fuerte operativo, encabezado por el comisario Juan Carlos Jassan, quien, según el parte oficial, luego resultó herido en la mano. La cuestión es que, tras algunos insultos, empezó la lluvia de balas. "Teníamos información de que querían llegar con los camiones hasta la Casa de Gobierno o tal vez hasta la del Presidente. Actuamos porque era un caso de sumo peligro", afirmó, dos horas después, en una conferencia de prensa, el jefe de policía, Wilfredo Roque.
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