sábado, 2 de junio de 2007

crónica

LA CARA LINDA DE LA HERRERA


Ha llovido últimamente en la ciudad, el terreno se ve incómodo y los charcos y el pantano dificulta continuar con la construcción del Parque Lineal La Herrera, ubicado al nororiente de Medellín, en el barrio Popular 1.

La zona, que desde la llegada de metrocable tomó un nuevo aspecto, hoy se prepara para la construcción de uno de los proyectos más importantes contemplados en el plan de gobierno del actual alcalde de la ciudad, Sergio Fajardo Valderrama.

Mejorar la cara de la ciudad, es el motor de este proyecto, en especial de aquellas zonas deprimidas a donde el gobierno sólo llega para conseguir votos, pero que al posesionarse del mandato olvidan y dejan archivados en el baúl de los recuerdos.

Hoy gracias a un minucioso estudio elaborado por la Secretaría de Medio Ambiente y al plan de desarrollo urbano planteado por el Señor alcalde de Medellín, la ciudad se reconstruye día a día, buscando que los habitantes tengan nuevos lugares de encuentro y se relacionen, en este caso, con su medio ambiente.

El proyecto abarca varias quebradas de la ciudad, de norte a sur y de oriente a occidente, vinculando a la comunidad en la construcción y en la mejora de las zonas aledañas a las quebradas que serán intervenidas.

Aunque para algunos habitantes de los barrios involucrados, el proyecto deja mucho que desear, para otros es una gran posibilidad, no sólo de empleo, sino de esparcimiento y cultura, pues ese es uno de los propósitos de dichos parques, involucrar a la ciudadanía en todo aquello que gire en torno al proyecto, desde la creación de fuentes de empleo, hasta la concertación de los terrenos y la capacitación en cultura ciudadana, para que todos los habitantes de los sectores intervenidos participen de las actividades culturales, recreativas y deportivas que se lleven a cabo en los parques lineales.


17.765 metros cuadrados serán reestructurados para brindarles a los pobladores del barrio Popular 1 un mejor lugar de esparcimiento. Allí se construirán varias terrazas en los sitios que están marcados por risas, llantos, gritos, alegrías y tristezas; lugares invadidos por varias personas que durante años permanecieron en el barrio viendo pasar los años marcados por la angustia que dejó una batalla librada entre hombres, mujeres, niños y ancianos que veían pasar de lado la bondad del estado, y que por años fueron estigmatizados por la oleada de violencia que sufrió la ciudad años atrás, pero que para algunos el terror continuaba inerte cuando oían hablar de barrios como el popular o moravia.

Un estigma que marcó por siempre estas zonas y que dejó una huella imborrable en los habitantes de estos sectores. No obstante, las circunstancias cambiaron cuando unas cabinas empezaron a pasearse de arriba- abajo llenos de curiosos que comprobaron que el popular ya no era aquel lugar invadido por milicianos o bandas insurgentes. Comprobaron que ese barrio estaba lleno de color y de olor a paz, donde los niños corren por las calles con una sonrisa y donde la gente que lo habita se pinta de colores la sonrisa para mostrar que en el popular se vive como en cualquier otro barrio de Medellín.

El Parque Lineal La Herrera se construye para mejorar la calidad de vida de los habitantes; allí no sólo los jóvenes podrán disfrutar de este nuevo espacio que brinda el gobierno local, los niños y adultos también serán ejes de dicho parque, pues las zonas recreativas, las nuevas especies de árboles y aves que estarán en el parque permitirán que todas las personas se vinculen a este novedoso sistema de esparcimiento ciudadano. Un lugar que más que ser un parque, será un aula abierta al juego, la recreación, la cultura y el deporte, todo gracias al amoblamiento del sitio que durante años fue habitado por diversas familias que se fueron con algo de nostalgia, pero con la certeza de iniciar un nuevo camino y de haber participado, indirectamente, en el bienestar común de los sectores donde se construirán los parque lineales.

Algunos comerciantes insatisfechos piensan con el bolsillo, otros piensan en el bienestar y en la nueva cara que tendrá su barrio cuando las obras se terminen y los parques se llenen de risas, gritos, cantos, silbidos.

La situación de cada barrio es diferente, cada lugar tiene su historia, cada persona tiene un interés, cada quebrada tiene su leyenda, mitos que fueron contados por los abuelos y que hoy se reestructuran, lugares que dejan de ser invasiones de casas para ser habitado por aves, niños, jóvenes, curiosos, adultos.
Lugares que serán el inicio de una nueva historia, historia que se construye día a día y que deja para sí el pasar de los años y la herencia de un pasado que quizás fue doloroso, pero que con el tiempo cicatrizó, y que hoy se regenera en una nueva piel, piel de cemento, de madera, de pasto.